En el mes de julio de 2024, se celebrarán elecciones presidenciales en Venezuela en un contexto de migración y crisis económica. La oposición se encuentra unida y busca marcar la diferencia en estos comicios, atrayendo la atención internacional significativamente.
El líder chavista, Nicolás Maduro, busca mantenerse en la presidencia en medio de la contienda con nueve candidatos opositores, incluyendo el representante de la principal coalición antichavista, Edmundo González Urrutia, quienes plantean cambios importantes para el país.
A continuación, se presentan 10 puntos clave para entender el panorama electoral en Venezuela antes de las elecciones:
Tras más de dos décadas en el poder, el chavismo ha atravesado períodos de bonanza impulsados por los ingresos petroleros, pero también ha enfrentado crisis, especialmente en los últimos años debido a la corrupción y decisiones económicas tanto de Chávez como de Maduro.
Los poderes Legislativo y Judicial están dominados por el chavismo, con una mayoría oficialista en el Parlamento y un sistema Judicial que carece de imparcialidad y autonomía. Distintas organizaciones han resaltado la falta de independencia judicial en el país.
El sector antichavista, mayoritario en este momento, participa activamente en las elecciones, en contraste con la abstención en procesos anteriores. Su objetivo principal es obtener el respaldo popular a pesar de los desafíos y la represión política.
Se estima que millones de venezolanos han abandonado el país, cuestión que ha generado una crisis humanitaria. A pesar de ello, decenas de miles de connacionales en el extranjero podrán votar en las elecciones. La oposición alerta sobre posibles consecuencias de una prolongación del mandato de Maduro.
Organismos internacionales han expresado preocupación por las restricciones a las libertades civiles en Venezuela, con informes de detenciones de disidentes y seguidores de partidos opositores. Durante el año actual, se han documentado numerosos arrestos por motivos políticos, afectando principalmente a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
A pesar de la reciente recesión económica, ciertos sectores como el petróleo, la industria, el comercio y la agricultura muestran signos de recuperación, con una disminución de la inflación a niveles históricamente bajos.
La producción de petróleo, motor de la economía venezolana, ha experimentado un repunte en los últimos meses, alcanzando cifras optimistas de barriles diarios, lo que representa una mejora significativa en este sector estratégico para el país.
Varios escándalos de corrupción han salido a la luz en los últimos años, como el caso conocido como ‘Pdvsa-Cripto’, que resultó en la detención de numerosos implicados en este tipo de actividades ilegales.
Venezuela enfrenta altos índices de violencia y delincuencia en la última década. A pesar de los esfuerzos estatales para combatir este flagelo, la tasa de homicidios continúa siendo alarmante en el territorio nacional.
Venezuela mantiene alianzas estratégicas con naciones como Cuba, Nicaragua, Bolivia, Rusia y China, rechazando supuestas injerencias de países del G7. El país ha demandado el cese de la persecución a los disidentes y la liberación de prisioneros políticos.