La lucha por el favoritismo en las encuestas está más reñida que nunca, con diferencias mínimas entre ambos contendientes a nivel nacional. Donald Trump y Kamala Harris han intensificado sus estrategias de campaña, buscando ganar terreno en estados clave como Virginia, Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.
El calendario de eventos se ha convertido en un factor determinante, con Trump destacando por su agenda cargada de discursos económicos y encuentros con simpatizantes conservadores. Por su parte, Harris se reserva para un importante acto en Georgia el próximo miércoles. La anticipación crece de cara al debate programado para el 10 de septiembre, donde ambos candidatos se medirán por primera vez en un escenario televisivo en ABC.
En el ámbito de los apoyos políticos, Trump ha consolidado respaldo de figuras como Tulsi Gabbard y Robert F. Kennedy Jr., mientras que Harris ha manifestado su interés en mantener los micrófonos abiertos durante el debate para contrarrestar posibles interrupciones. La contienda electoral promete ser apasionante hasta el último minuto.