Reportes indican que Eriksson pereció en casa en presencia de familiares, luego de enfrentarse a una enfermedad por largo tiempo, según confirmó su agente Bo Gustavsson a la televisión sueca SVT.
En su trayectoria, Eriksson cosechó éxitos en equipos como Benfica, Roma, Fiorentina, Sampdoria, Lazio, Manchester City y Leicester, además de dirigir selecciones como Inglaterra, México, Costa de Marfil y Filipinas, entre otras.
Tras hacer público su estado de salud, Eriksson recibió numerosos reconocimientos tanto en su tierra natal como en naciones donde dejó su huella, como el Reino Unido e Italia.
Guillermo, príncipe de Gales, elogió a Eriksson como "un auténtico caballero" del fútbol en un mensaje compartido en redes sociales tras conocerse su fallecimiento.
El príncipe resaltó la pasión y el carisma del extécnico, destacando su impacto como seleccionador inglés y ofreciendo sus condolencias a la familia y amigos de Eriksson.
El legado futbolístico de Eriksson trascendió fronteras, siendo recordado y honrado en distintos países donde dejó su impronta.