Un joven fue objeto de un asalto violento en la zona de La Pulida, en la parte norte de Quito.
El incidente tuvo lugar el lunes 27 de mayo de 2024, alrededor de las 16:00 horas, mientras una pareja caminaba por la zona.
Según el relato de la mujer que estaba con la víctima, un individuo desconocido y armado se les acercó y los amenazó.
Ante la situación, el joven instó a su pareja a huir en dirección opuesta. Pocos instantes después, la mujer escuchó los disparos.
Los vecinos alertaron a las autoridades, quienes se dirigieron al lugar de los hechos.
Tanto la Policía como los Bomberos iniciaron la búsqueda del hombre, cuyo cuerpo fue descubierto sin vida entre la vegetación de una quebrada en La Pulida.
El comandante de la Policía del Distrito Eugenio Espejo, Juan Francisco Orquera, informó que el cuerpo de la víctima presentaba dos impactos de bala.
Existe la sospecha de que el arma utilizada en el crimen podría tratarse de un revólver artesanal, dado que no se hallaron pruebas balísticas en la escena.
Algunos testigos afirman que el agresor disparó directamente contra la víctima, lo que refuerza la teoría de un acto planificado.
Según Orquera, la zona se caracteriza por su alta inseguridad debido a la presencia de senderos abandonados y mal iluminados en las cercanías de quebradas y bosques.