El año anterior, Ecuador experimentó un momento crucial en su vida política al aplicar la 'muerte cruzada', un procedimiento constitucional que desembocó en la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria a elecciones anticipadas tanto para la presidencia como para el legislativo.
Esta determinación, ejecutada por vez primera por el expresidente Guillermo Lasso el 17 de mayo de 2023, tuvo lugar en un contexto de crisis política y social en el país.
La 'muerte cruzada', prevista en el artículo 148 de la Constitución de Ecuador, otorga al presidente la facultad de disolver la Asamblea Nacional si considera que esta entorpece su programa de gobierno. Concomitantemente, el presidente está obligado a convocar elecciones anticipadas, lo cual generó tensiones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, dado que Lasso se encontraba sometido a un proceso de destitución por eventuales delitos de corrupción y gestión económica deficiente.
Esta medida propició la reestructuración del panorama político en Ecuador, con agrupaciones y movimientos políticos alistándose para las elecciones anticipadas en un marco de incertidumbre y expectativas acerca del futuro del país. Por otro lado, la sociedad experimentó una creciente división y preocupación en torno a la estabilidad democrática y al impacto de esta medida frente a la crisis política, económica y de seguridad.
Tras los comicios anticipados, que arrojaron como resultado la elección de Daniel Noboa como nuevo Presidente de la República, los principales protagonistas de la 'muerte cruzada' de 2023 han emprendido distintos rumbos, con Guillermo Lasso distanciándose de la escena política ecuatoriana, mientras que otros como Virgilio Saquicela y Ronny Aleaga encaran situaciones particulares en la actualidad.