Un grupo de personas lamentablemente perdió la vida a causa de los intensos aguaceros que azotaron recientemente la urbe de Chongqing, en Asia.
De acuerdo con informaciones oficiales, cuatro individuos fallecieron como resultado de deslizamientos de tierra ocasionados por las lluvias torrenciales, mientras que otros dos individuos fueron arrastrados por las aguas, culminando trágicamente en su deceso por asfixia.
Instantáneas compartidas en redes sociales nacionales evidencian el aumento del caudal de los ríos Jialing y Yangtsé a su paso por el área metropolitana, afectando a más de 30 millones de residentes en una extensión similar a la de la región española de Andalucía.
Las autoridades de Gestión de Emergencias en China han emitido un alerta sobre el crecimiento del peligro de sucesos naturales adversos durante el mes de julio, calificando la coyuntura como "crítica y multifacética" al adentrarse en la temporada de precipitaciones.
En fechas recientes, las fuertes lluvias propiciaron la evacuación de cientos de miles de habitantes en provincias como Anhui (al este) o Cantón (al sureste), además de haber causado la ruptura de un dique en Hunan (ubicado en el centro del país).
Los veranos más recientes han sido escenario de diversos incidentes meteorológicos en China. En el año 2023, inundaciones en Pekín cobraron la vida de más de 30 personas, al tiempo que en 2022, olas de calor extremo y sequías afectaron las zonas centrales y orientales del territorio.
En julio de 2021, fuertes precipitaciones propiciaron casi 400 decesos en la provincia central de Henan, siendo atribuidas por las autoridades chinas a una "ineficacia en los planes de acción y percepción de la amenaza" por parte de las autoridades locales.