La empresa estatal de petróleo en Ecuador ha implementado medidas urgentes tras las copiosas lluvias que han azotado recientemente la región amazónica. Esta decisión implica detener la extracción de crudo Napo, lo que supone un revés para la industria petrolera del país.
Hasta el momento, Petroecuador ha reportado una reducción significativa en su producción diaria de petróleo, especialmente en los Bloques 43-ITT, 16 y 67 (Tivacuno) de la provincia de Orellana, con una disminución aproximada de 37,000 barriles.
A pesar de las dificultades, las operaciones y el flujo a través del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote), a cargo de Petroecuador, continúan activos. Se prevé una reorganización en las entregas de crudo programadas para el mes de junio.
Las intensas precipitaciones en la Amazonía han generado preocupación en Petroecuador. La compañía emitió un comunicado en el que señala: "Ante la complicada situación en la provincia de Napo por las lluvias y la paralización del transporte de crudo a través del Oleoducto de Crudos Pesados, hemos tenido que poner en marcha un plan de acción específico".
En vista de esta coyuntura, se ha procedido a llenar los depósitos de crudo en diversos puntos con la posterior interrupción de la extracción en los pozos de crudo Napo (pesado) que no podrá ser transportado en el momento.