La efeméride del Día Internacional del Whisky, conmemorada cada año en el tercer sábado de mayo desde 2012, nos brinda la oportunidad de reflexionar en torno a esta bebida tan afamada y valorada en todo el planeta.
Nacido en suelo escocés en épocas ancestrales, el whisky ha viajado extensamente por el globo, ofreciendo una amplia gama de matices y variantes que han cautivado paladares en todas las latitudes.
Derivado de las abadías escocesas en el quinceavo siglo como un destilado, el whisky ha evolucionado hasta erigirse como un símbolo de refinamiento y distinción, con recetas exclusivas que conquistan a los aficionados a esta bebida en todo el orbe.
El whisky se elabora a partir de granos, agua y levadura, y su diversidad radica en el tipo de grano utilizado, el proceso de producción, el lugar donde se fabrica y el tiempo de envejecimiento.
Cada variante de whisky, ya sea escocés, irlandés, canadiense o estadounidense, exhibe características únicas que los hacen inimitables y valorados en diferentes rincones del globo.
En la celebración mundial del Whisky, Blair Bowman comparte valiosas recomendaciones para degustar plenamente esta bebida, desde apreciar su abanico de sabores hasta la observación de su tonalidad y proceso de envejecimiento.