El Día de la Juventud se conmemora cada 12 de agosto en reconocimiento a la importancia de la juventud en la sociedad.
Esta celebración, respaldada por las Naciones Unidas (ONU), busca integrar a los jóvenes en diferentes aspectos de la vida social, económica y política, siendo más que una festividad, un llamado a la participación activa.
El Día Internacional de la Juventud fue creado por la Asamblea General de la ONU en 1999, con el objetivo de realzar la contribución de los jóvenes en la construcción de un futuro prometedor. Según la Unesco, este día busca sensibilizar sobre los desafíos que afronta la juventud a nivel global.
Los jóvenes son impulsores de cambio, innovación y avance en cualquier sociedad. Es esencial valorar sus contribuciones y abordar los obstáculos que enfrentan, como la falta de empleo, la privación educativa y la inequidad.
Hoy en día, los jóvenes se encuentran con una serie de desafíos significativos que repercuten en su progreso y bienestar. Algunas de las problemáticas más relevantes que deben superar en 2024 son:
La carencia de oportunidades laborales para la juventud sigue siendo uno de los problemas más apremiantes. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las tasas de desempleo entre los jóvenes son alarmantemente elevadas en distintas zonas del mundo, limitando sus posibilidades.
El acceso a una educación de excelencia se convierte en otro reto relevante. A pesar de los progresos, muchos jóvenes aún carecen de una formación adecuada que les permita adquirir habilidades esenciales.
El bienestar emocional de los jóvenes es una preocupación en ascenso, con altos niveles de estrés, ansiedad y tristeza derivados de la presión académica, la inseguridad laboral y otros dilemas sociales.
El acceso a servicios de salud sexual y reproductiva enfrenta desafíos significativos en varias regiones, con falta de información y barreras que dificultan la atención de estas necesidades.
La brecha digital representa un desafío crucial, dado que algunos jóvenes carecen de acceso a la tecnología y a la conectividad necesarias para aprovechar las oportunidades digitales.
El cambio climático es una preocupación global que afecta directamente a los jóvenes, siendo vital involucrarlos en la toma de decisiones y en la aplicación de soluciones sostenibles.
Estos desafíos requieren un enfoque integral y colaborativo que incluya a los gobiernos, a las organizaciones y a la sociedad en su totalidad, con el objetivo de crear un entorno propicio para que los jóvenes puedan crecer y aportar al desarrollo sostenible.