Extrañamente, una campana centenaria fue objeto de un hurto perpetrado por individuos armados con herramientas, según relatos de la madre Raquel de Santa Teresita, transmitidos por Ecuavisa. Además de la campana, se sustrajeron cables eléctricos, provocando la interrupción del suministro en diversas zonas del monasterio.
El descubrimiento de este acto delictivo se dio cuando las religiosas intentaron hacer sonar la campana para llamar a la misa dominical. Hasta el momento, el Instituto Metropolitano de Patrimonio no ha presentado una respuesta frente a este devastador suceso.
Otro suceso lamentable que ha estremecido a la ciudad se registró en la Plaza Grande, donde dos individuos intentaron llevarse una de las hojas de acanto que adornan el Monumento de La Independencia. La rápida intervención de las autoridades, incluyendo la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Policía, evitó este acto vandálico el sábado 20 de julio de 2024.