La falta de electricidad durante la noche afectará considerablemente la capacidad productiva de las industrias del país. Esto resultará en importantes pérdidas económicas y afectará la competitividad local.
Los cortes de energía recientes, programados para afectar a todas las zonas del país de manera simultánea durante la noche, representan un desafío logístico para las empresas. Esta situación, siendo la tercera en menos de un año, presenta una mayor complejidad al extenderse a nivel nacional de forma nocturna.
El director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (Cipem), Andrés Robalino, advierte sobre el impacto de los apagones no solo en las ventas empresariales, sino también en la recaudación fiscal, reduciendo así los ingresos del estado.
Se estima que los cortes nocturnos generarán pérdidas económicas que oscilan entre los 970 mil y los 1,1 millones de dólares por hora. Ciudades como Cuenca, reconocidas por su actividad industrial, sufrirán graves consecuencias.
El sector comercial también experimentará fuertes repercusiones. Según la Cámara de Comercio de Quito, se prevé una disminución del 30% en las ventas diarias de restaurantes debido a los cortes de suministro, lo que podría traducirse en una pérdida diaria de hasta 1,8 millones de dólares.
Además, la industria del entretenimiento y recreación sufrirá importantes pérdidas, estimadas en 1,7 millones de dólares al día. La situación se ve agravada por las restricciones de movilidad impuestas por el toque de queda en varias regiones, afectando la dinámica urbana.
Una encuesta reciente revela que el 25% de los negocios anticipa una fuerte reducción en sus ventas como resultado de los apagones, mostrando así el impacto negativo de esta crisis energética en la economía nacional.