La capital ecuatoriana ha sido ordenada por una autoridad judicial a limpiar un río que presenta altos niveles de contaminación. Con el propósito de revertir esta situación, se llevará a cabo la construcción de instalaciones especializadas para la depuración del agua.
La entidad responsable del suministro de agua potable y saneamiento en Quito está progresando en los trámites y diseños requeridos para erigir tres importantes Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Una de estas instalaciones, la PTAR Quito, tendrá la responsabilidad de tratar un volumen considerable de aguas residuales procedentes del río Machángara, con una inversión prevista de 292,6 millones de dólares.
Se espera que esta planta amplíe significativamente la cobertura del servicio de tratamiento de aguas residuales en el área metropolitana de Quito en un 49,49%.
La gerente de la empresa proveedora de agua y saneamiento en Quito, Verónica Sánchez, ha indicado que se están llevando a cabo estudios para garantizar la correcta implementación de los proyectos. Según Sánchez, la construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales en la ciudad podría extenderse entre tres y cinco años. Para agilizar este proceso, se están tramitando los estudios preliminares y las autorizaciones ambientales de manera simultánea.
El personal capacitado de la entidad será el encargado de la operación de las plantas, asegurando un funcionamiento óptimo sin ocasionar impactos adversos en el entorno.
Dado el servicio suplementario que conllevará el tratamiento del agua para los habitantes, se prevé que en adelante este costo se integre en la tarifa del agua.