En el mes de septiembre del año pasado, se presentaron cifras preocupantes sobre la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en Ecuador, motivando a distintas entidades a tomar medidas.
El Gobierno, en colaboración con organismos internacionales como la Unión Europea y la Fundación Redni, ha puesto en marcha diversas iniciativas para abordar este problema de manera efectiva.
De acuerdo a la última encuesta realizada por el INEC, aproximadamente el 1% de los niños menores de 2 años en Ecuador sufren de Desnutrición Crónica Infantil (DCI).
La zona rural de la sierra es la más golpeada, con un porcentaje alarmante del 27.7% de niños que padecen de este problema.
En los hogares con menos recursos, la DCI afecta al 24% de los niños menores de 2 años, mientras que en los hogares más acomodados esta cifra se reduce al 15.2%.
Chimborazo, Bolívar y Santa Elena son las provincias con los mayores índices de DCI, contrastando con El Oro, Sucumbíos y Los Ríos que presentan las cifras más bajas.
Otro dato relevante es que el 33.4% de los niños indígenas y el 2% de los niños mestizos son afectados por la desnutrición crónica en el país.
Ecuador se encuentra en el cuarto lugar en la región en cuanto a Desnutrición Crónica Infantil, solo por debajo de Honduras, Haití y Guatemala.
Un ejemplo claro de ello es el proyecto "San Andrés y Manglaralto, territorios libres de desnutrición", liderado por la Unión Europea en Guano, Chimborazo, con el fin de eliminar la desnutrición en dichas áreas.
Más de 52,158 personas de comunidades mestizas e indígenas se verán beneficiadas gracias al apoyo de diversas organizaciones y un presupuesto superior a los 5 millones de euros.
Por otro lado, el Gobierno actual incentiva a las empresas que participen en programas sociales de prevención y reducción de la DCI, ofreciendo la posibilidad de deducir impuestos por respaldar iniciativas relacionadas con esta causa.
Además, la Fundación Redni, en alianza con empresas privadas, ha lanzado la campaña “Dale Alegría”, centrada en la relevancia de los primeros 1,000 días de vida de un niño para evitar la desnutrición.