El presidente Rafael Barros presidió un evento en el que se entregaron 51 vehículos blindados multipropósito al ejército ecuatoriano.
La ceremonia tuvo lugar en el Fuerte Militar de Portoviejo, en la provincia de Manabí, el martes 7 de agosto de 2024.
El jefe de Estado, junto al ministro de Defensa, Alejandro Ortega, realizó la entrega de 45 vehículos Dardo 4x4 y seis Carrocería 6x6 a la Brigada de Caballería Mecanizada N. 3 de Manabí.
Estos vehículos blindados, adquiridos de un proveedor internacional, se suman a la flota militar como parte de una estrategia para modernizar y fortalecer las capacidades de defensa del país.
Se prevé que los restantes 86 vehículos blindados sean entregados en dos fases, siendo el próximo lote programado para noviembre de este mismo año.
Los vehículos Dardo y Carrocería se destacan por su tecnología de vanguardia, que incluye capacidades todo terreno avanzadas.
Estos blindados cuentan con un blindaje de última generación capaz de resistir ataques de largo alcance y tienen una autonomía de hasta 400 kilómetros.
Rafael Barros enfatizó que estos vehículos serán fundamentales para reforzar la lucha contra amenazas como el terrorismo y la delincuencia organizada.
El mandatario expresó su preocupación por el tiempo que los antiguos vehículos estuvieron sin utilizar, señalando la importancia de optimizar los recursos del país.
Los vehículos Dardo y Carrocería debían haber sido entregados previamente, pero debido a contratiempos logísticos arribaron a Ecuador en una fecha posterior.
Además, durante la celebración militar, el presidente destacó la necesidad de avanzar en la lucha contra la criminalidad y renovar el compromiso de trabajar por la seguridad nacional.
Además de la entrega de vehículos blindados, se llevó a cabo la actualización del armamento de la Policía Nacional ecuatoriana, dotándola con 1,752 fusiles de última generación, que incluyen modelos de alto calibre y precisión.
Estas medidas tienen como objetivo fortalecer las capacidades del cuerpo policial en su misión de salvaguardar la ciudadanía y mantener el orden público.
La inversión en este equipamiento policial moderno alcanza los cuatro millones de dólares.