La Directora del Servicio Secreto de EE. UU., Kimberly Cheatle, ha asumido la responsabilidad del reciente incidente ocurrido el sábado 13 de julio. Cheatle brindó detalles en una entrevista televisiva.
Cheatle etiquetó el intento de ataque como "inaceptable" y prometió llevar a cabo una exhaustiva investigación para prevenir futuras eventualidades. A pesar de las críticas recibidas, se mantuvo firme en su decisión de permanecer en su cargo.
En un comunicado, Cheatle mencionó que están colaborando con distintas agencias en el esclarecimiento de los hechos y participarán en la investigación ordenada por el presidente Joe Biden.
Según la Directora, la seguridad del perímetro fuera del edificio era responsabilidad de las autoridades locales, desde donde Thomas Crooks, el presunto atacante, disparó a Trump. A pesar de la presencia policial, lograron detener al agresor tras los disparos.
En relación a una posible identificación anticipada de Crooks, Cheatle explicó los desafíos en localizar y neutralizar amenazas, lo cual complica la prevención de estos actos.
La Jefa de Seguridad declarará ante el Congreso y mostró confianza en las mejoras en el plan de seguridad para futuros eventos. Reveló que se incrementaron las medidas de protección en junio y se implementaron cambios adicionales tras el atentado.