Los ajustes fiscales propuestos tras el acuerdo gubernamental con el FMI están en marcha. El enfoque principal es personalizar los beneficios y estímulos fiscales según el sector correspondiente.
De acuerdo con el director del SRI, Damián Larco, se están estableciendo mesas de trabajo con diversas instituciones para definir los detalles de esta nueva normativa.
Actualmente, se está realizando un exhaustivo análisis de los incentivos fiscales con el objetivo de adaptarlos a las necesidades específicas de cada sector. Aunque no le corresponde al SRI la creación de políticas tributarias, participa activamente en mesas de trabajo interinstitucionales para este fin. La principal meta es revisar y evaluar los beneficios de los estímulos fiscales.
Desde el anuncio inicial, las reuniones de trabajo para la reducción del gasto tributario ya están en curso. Se están llevando a cabo reuniones con los ministerios de Producción y Finanzas, en línea con los acuerdos establecidos con el FMI.
Los aportes temporales no tendrán continuidad. La contribución de los bancos es válida únicamente para el año en curso (2024), mientras que la correspondiente a las sociedades abarca este año y el próximo (2025). Se están realizando análisis técnicos en colaboración con las entidades pertinentes para crear una reforma sólida. Además, se buscan estrategias para ampliar la base de contribuyentes, agilizar la recaudación impositiva y superar barreras legales que puedan obstaculizar el proceso.
Actualmente hay alrededor de dos millones y medio de contribuyentes. La meta es incrementar este número, aunque se encuentra en estudio para determinar el objetivo específico. Se prevé intensificar los controles fiscales.
Según el acuerdo establecido, se prevé tener la nueva reforma tributaria lista para el 15 de noviembre de 2024.