Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario. Se trata de una jornada crucial para concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad.
El objetivo principal es sensibilizar a la población acerca de la importancia de la detección temprana de este tipo de cáncer. El mismo afecta a miles de mujeres en todo el mundo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de ovario se clasifica como uno de los cánceres ginecológicos más letales, principalmente debido a su diagnóstico tardío.
Por lo tanto, es esencial estar informados sobre los síntomas y realizar consultas médicas periódicas para su prevención y tratamiento oportuno.
Esta efeméride, según la Coalición Mundial del Cáncer de Ovario (World Ovarian Cancer Coalition), surgió como una iniciativa de dicha organización en 2013, con el propósito de unir a personas de todo el mundo en la lucha contra esta enfermedad.
Esta jornada busca resaltar la importancia de la investigación, el apoyo a pacientes y cuidadores, así como la necesidad de mejorar el acceso a la atención médica.
El cáncer de ovario, a decir de la Fundación Vencer al Cáncer, figura como el sexto tumor más común entre las mujeres a nivel mundial, con alrededor de 205,000 nuevos casos diagnosticados anualmente.
Este tipo de cáncer representa entre el 4% y el 5% de todos los tumores femeninos. A pesar de su dificultad para ser detectado debido a síntomas poco claros, un diagnóstico precoz puede elevar la tasa de supervivencia hasta un 94%.
Por ende, la investigación desempeña un papel crucial. Es esencial desarrollar métodos de detección confiables y avanzar en nuevos tratamientos para enfrentar esta enfermedad.
El Dr. Nery Rivadeneira, jefe del Servicio de Ginecología de Solca, explica que este cáncer, agresivo y difícil de detectar, afecta el sistema reproductor femenino cuando las células ováricas crecen sin control.
La detección temprana es fundamental ya que tiende a diagnosticarse en etapas avanzadas.
Por ello, el tratamiento exitoso es más probable en etapas tempranas, donde la enfermedad se limita al ovario. Las terapias comunes incluyen la cirugía y la quimioterapia.
Continuando con Solca, los síntomas del cáncer de ovario en etapas tempranas son escasos, pero en etapas avanzadas pueden confundirse con otras afecciones benignas.
Es crucial estar alerta ante señales como hinchazón abdominal, saciedad rápida, adelgazamiento, molestias pélvicas y cambios en los hábitos intestinales.
Si hay inquietudes o antecedentes familiares es crucial consultar a un médico. Los exámenes genéticos pueden evaluar el riesgo de padecer esta enfermedad.
Los tipos de cáncer de ovario incluyen tumores epiteliales, estromales y de células germinativas, cada uno con características y tratamientos específicos.
Si bien no se conocen las causas exactas, factores como la edad, mutaciones genéticas, antecedentes familiares y la terapia hormonal aumentan el riesgo.
La edad temprana de la menstruación o la menopausia tardía también pueden ser factores de riesgo.
Aunque no hay una forma garantizada de prevenirlo, la vigilancia médica regular y la consideración de los factores de riesgo pueden ayudar a reducir la posibilidad de desarrollar esta enfermedad devastadora.