La situación actual ha generado preocupación entre los actores clave del turismo, reflejándose en la baja ocupación hotelera y las ventas en declive.
Las cifras muestran que la ocupación hotelera ronda el 35%, mientras que las operadoras turísticas han visto reducciones de hasta el 40% en sus ventas.
Las expectativas están puestas en la temporada de vacaciones en determinadas regiones del país.
El presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador, Holbach Muñetón, ha señalado que la ocupación en diversas ciudades se sitúa entre el 30% y 40%, anticipando un incremento durante eventos locales y festividades como el feriado de independencia en agosto.
A pesar de ser considerada una zona segura, destinos como Cuenca han experimentado una disminución en las reservas para los meses de julio y agosto en comparación con años anteriores.
En junio de este año, los hoteles en Quito reportaron una ocupación del 48,60%, mostrando una disminución respecto al mismo periodo del año anterior. Asimismo, los ingresos por habitación disponible también han disminuido.
El presente desafío en el sector turístico se atribuye primordialmente al sentimiento de inseguridad y a la falta de recursos, según las declaraciones de Muñetón. Tanto los empresarios como los turistas se ven afectados por problemas financieros que complican la planificación a largo plazo.
Para recuperar la confianza de los turistas, se plantea la necesidad de una campaña integral que involucre al Gobierno, sector privado, transporte, medios de comunicación y academia.
Es vital mejorar la comunicación para contrarrestar la percepción de inseguridad que impacta en el sector. A pesar de las medidas de seguridad implementadas, el temor continúa entre los visitantes.
Involucrar a diversos participantes en esta campaña es esencial para transmitir la verdadera realidad de los empresarios y atraer de nuevo a los turistas para que disfruten de los encantos del país.