El presidente ultraconservador de Irán, Ebrahim Raisí, falleció en un accidente de helicóptero mientras se encontraba en un viaje. Su mandato estuvo marcado por su postura ortodoxa que generó controversia en la República Islámica.
Equipos de rescate confirmaron la localización del helicóptero en el que viajaba, confirmando así el trágico desenlace.
Raisí, de 63 años, fue un hombre influyente en la política iraní y se le consideraba como un posible sucesor del líder supremo Ali Jameneí.
El gobierno de Raisí se vio envuelto en intensas controversias, especialmente en temas como el uso del velo islámico y las protestas feministas. Su mandato estuvo marcado por detenciones y ejecuciones que generaron críticas a nivel nacional e internacional.
Antes de su presidencia, Raisí tuvo una extensa carrera judicial en la que ocupó diversos cargos destacados en el sistema legal iraní.
Con su fallecimiento, se cierra un capítulo en la historia política de Irán, dejando un legado de controversia y rigidez ideológica.