El Ministerio de Cultura de Perú ha otorgado el reconocimiento de Patrimonio Cultural de la Nación a 61 obras muebles que representan el barroco andino, neoclásico y contemporáneo.
Entre estas obras se encuentran numerosas imágenes religiosas adornadas con vestimentas y joyas que reflejan la profunda conexión con las creencias y prácticas locales de la región de Apurímac, al sur del país.
Estos valiosos bienes pertenecen al Obispado de la Diócesis de Abancay y han sido destacados por su significado artístico, histórico y social. Entre las obras más destacadas se encuentran el Señor Justo Juez de Illanya, el Cristo de la Caída de Abancay, la Virgen María de Chismapampa y el Altar Mayor de Colcabamba.
Con orígenes principalmente en el siglo XVI, estas obras presentan rasgos distintivos que evocan compasión y devoción en los fieles, con una notable realismo en las expresiones de dolor y el uso de detalles vívidos.
Más allá de su importancia en la práctica del catolicismo, estas piezas juegan un papel crucial en la cohesión de las comunidades, transmitiendo sus valores y tradiciones locales. Su relevancia social radica en su capacidad para expresar la espiritualidad en las provincias de Abancay y Aymaraes, en Apurímac.
Mediante esta distinción, el Ministerio de Cultura reafirma su compromiso con la preservación y difusión del Patrimonio Cultural de Perú, asegurando que estas manifestaciones de arte y cultura perduren y sean apreciadas por las generaciones presentes y futuras.