La mencionada resolución ha causado controversia al incluir la identidad de género como una condición de salud mental en el marco del Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS). Esta medida ha suscitado reacciones de diversos sectores de la población, incluyendo activistas y figuras políticas.
Según las palabras de Ricardo Vargas, representante de la organización Activismo Inclusivo, esta inclusión "afecta la percepción de la sociedad respecto al respeto a las minorías de género, lo cual ha suscitado desaprobación en la comunidad".
El viernes 10 de mayo, el Ministerio de Salud llevó a cabo una actualización en las PEAS, incorporando términos como "disforia de género" y "trastorno de identidad de género en la infancia" como condiciones de salud mental. Ante la respuesta de la sociedad, la entidad aclaró que la diversidad de género y sexualidad no constituyen enfermedades ni trastornos, y que la actualización tuvo como fin proporcionar una atención integral en el ámbito de la salud mental.
Por otro lado, diversos parlamentarios progresistas han manifestado su desacuerdo con la resolución, solicitando al gobierno su derogación, al considerar que refuerza la discriminación hacia las personas trans. El congresista Marco Chávez expresó que esta medida es "injusta y retrógrada", mientras que la legisladora Laura Rojas instó públicamente a su pronta derogación.
En resumen, la controversia en torno a la inclusión de la identidad de género como una condición de salud mental en Perú sigue generando debate y polarizando opiniones en la sociedad peruana.