El presidente Joe Biden ha implementado una orden ejecutiva que modificará las solicitudes de asilo en la frontera con México. Junto a la proximidad de las elecciones, esta medida es una de las más firmes de su gobierno hasta ahora.
La orden contempla la deportación de aquellos que no cumplan con los nuevos requisitos de asilo cuando las detenciones diarias superen un límite establecido, según informaron fuentes oficiales en EE.UU.
Con más de 2,500 detenciones diarias, y un promedio de 4,200 arrestos diarios en abril, la nueva normativa entrará en vigor inmediatamente.
Los criterios para la solicitud de asilo serán más flexibles una vez que las detenciones diarias disminuyan, pero se solicitará un estándar más alto a quienes lleguen luego de superar el límite inicial de arrestos.
Los migrantes deberán demostrar un riesgo creíble de tortura o persecución en sus países de origen para poder acceder al asilo.
Funcionarios aseguran que EE.UU. respetará las obligaciones internacionales contra la tortura, pero aquellos que no cumplan con el nuevo estándar serán deportados de forma expedita.
Dependiendo de su nacionalidad, los migrantes serán devueltos a México o deportados en vuelos de repatriación.
Algunas excepciones a la normativa aplican a menores no acompañados, víctimas de tráfico de personas, y personas con emergencias médicas o amenazas a sus vidas.
La Casa Blanca tiene prevista la firma de la orden ejecutiva, la medida unilateral más enérgica de Biden hasta la fecha, en un evento programado para las 14:00.
Esta decisión llega a seis meses de las elecciones, donde Biden busca la reelección y competirá con Donald Trump, cuya campaña ha criticado la medida como una forma de "amnistía".