El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un aumento del 30% en las bonificaciones de los trabajadores, elevándolas a USD 130. Este denominado "ingreso mínimo integral indexado" (IMII) se paga en bolívares a la tasa oficial del día de pago y consiste en dos bonos que no generan pasivos laborales.
“He decidido aumentar el ingreso mínimo integral de los trabajadores a USD 130, el mínimo, y que impacte en la capacidad de los trabajadores”, dijo Maduro en un evento por el Día Internacional del Trabajo.
Explicó que este incremento es parte de un plan para optimizar los ingresos del país por la vía petrolera y la recaudación de impuestos, con el objetivo de recuperar gradualmente las remuneraciones de los trabajadores.
Maduro culpó a la "guerra económica" por la pérdida del poder adquisitivo del salario, que llegó a USD 384 en 2008, durante el Gobierno de Hugo Chávez.
Este nuevo aumento se suma a una política de bonificaciones criticada por trabajadores, ONG y opositores, ya que ha llevado, según sindicalistas, a una disminución salarial que afecta el cálculo de beneficios laborales como prestaciones y vacaciones, así como el resto de remuneraciones en el sector público.
En medio de esto, cientos de trabajadores se han manifestado en Caracas y otras regiones exigiendo un salario mínimo equivalente al costo de la canasta básica de alimentos, que se estima en más de USD 550 al mes para una familia de cinco personas.
El exministro de Trabajo y diputado chavista Francisco Torrealba detalló que el 'Bono de Guerra Económica' ha aumentado de 60 a 90 dólares, mientras que el bono de alimentación se mantiene en 40, sumando un total de USD 130 en bonificaciones para los trabajadores venezolanos.
El salario mínimo, por su parte, sigue en 130 bolívares al mes, equivalente a USD 3.5 actualmente, un 88% menos que en marzo de 2022, debido a la devaluación de la moneda local frente al dólar estadounidense.
Maduro concluyó que las sanciones nuevamente impuestas por Estados Unidos sobre el petróleo y el gas venezolano en abril tenían el propósito de obstaculizar el avance en la recuperación de los ingresos de los trabajadores, pero no lograron su cometido este Primero de Mayo.