El antiguo sueño de Nicaragua de construir un canal interoceánico que permita el paso de grandes buques entre el Caribe y el Pacífico busca ahora nuevo socio. Esto ocurre luego de que el Gobierno que presidente Daniel Ortega, con el aval de la Asamblea Nacional (Parlamento), revocara la concesión a la empresa Hong Kong Nicaragua Canal Development (HKND) Group, del polémico inversionista chino Wang Jing.
Ortega solicitó con carácter urgente al Parlamento, controlado por partidarios suyos, anular esa concesión a la firma china, de acuerdo con la exposición de motivos, “con el objeto de fortalecer y actualizar el ordenamiento jurídico nacional, tomando en consideración el siempre cambiante entorno nacional como internacional”, del que no ofreció detalles.
“Se hace necesario adecuar algunas leyes para hacer frente a dichos cambios y mantener una gestión óptima dentro del Estado de Nicaragua”, agregó.
Dentro de esos cambios, afirmó, era necesario adecuar la Ley del Régimen Jurídico de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua y de Creación de La Autoridad de El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua “según las nuevas realidades y propiciar un mejor desempeño para el beneficio de las familias nicaragüenses”.
Esa reforma, que entró en vigor este jueves, derogó el Acuerdo Marco con el que se otorgó hace 11 años la concesión del canal de Nicaragua a la empresa de Wang Jing, presentado en su momento como uno de los hombres más ricos de China y entre los 200 más acaudalados del mundo, y de quien en la enmienda no se hizo mención.
El proyecto de construir un canal por Nicaragua, que no ha despegado después de 12 años, está ahora en manos del Estado, y, según opositores, Ortega se lo ofrecerá a su nuevo aliado: la República Popular China.
El dirigente sandinista, de 78 años y en el poder desde 2007, ha dicho en reiteradas ocasiones que su Gobierno no ha renunciado al proyecto de construir un canal, aún más amplio que el de Panamá, y que es un compromiso que tienen con el pueblo nicaragüense.