El líder destacado Ismail Haniyeh perdió la vida el pasado 31 de julio de 2024 en Teherán, a raíz de la activación de un dispositivo explosivo oculto que había sido infiltrado clandestinamente dos meses antes. La ejecución de este acto extremo fue orquestada por la Guardia Revolucionaria, según comunicó el periódico The New York Times.
Conforme a fuentes no identificadas mencionadas por el Times, el artefacto fue introducido ilegalmente en el país con anticipación y se activó de manera remota al confirmarse la presencia de Haniyeh en su recinto.
Tanto Irán como Hamás responsabilizaron a Israel por este trágico suceso, a pesar de que no ha reclamado responsabilidad alguna. Agentes gubernamentales estadounidenses también corroboraron esta conclusión, según el diario mencionado.
Además, se desveló que los organismos de inteligencia israelíes compartieron prontamente los pormenores de la operación con Estados Unidos y otras naciones occidentales.
En un principio se especuló que el asesinato se perpetró a través de un impacto de misil proveniente de un dron o aeronave, lo que planteaba dudas sobre cómo Israel logró evadir los sistemas defensivos aéreos iraníes. No obstante, el Times indicó que esto se debió a un "fallo en la seguridad" e inteligencia por parte de Irán.
Haniyeh se encontraba en Irán para la ceremonia de investidura del presidente Masoud Pezeshkian, alojándose en una residencia señalada de la Guardia Revolucionaria, en la misma suite donde solía hospedarse en sus recurrentes visitas a Teherán.