Tras el comunicado sobre la restricción de asilos para desplazados que ingresan de manera no autorizada, numerosas personas que esperaban cruzar entre Juárez y El Paso optaron por retirarse para eludir problemas, especialmente con las elevadas temperaturas.
Un buen número de desplazados se encontraban acampando a lo largo del río Bravo en Ciudad Juárez y El Paso, explorando áreas menos vigiladas en su intento de acceder a Estados Unidos. Sin embargo, con la entrada en vigor de la nueva norma, todos desaparecieron.
Los defensores temen que las medidas implementadas por el mandatario actual conlleven a una concentración de desplazados en Juárez, lo que saturaría los asilos. Los refugios ya alojan a personas preocupadas por las posibles demoras en sus trámites migratorios oficiales.
Un ejemplo es el caso de Marisol López Gómez, una madre salvadoreña que llegó a Juárez con sus dos hijos y teme que el proceso para solicitar asilo sea más lento y complejo desde ahora.
Según López Gómez, ingresar de manera organizada es esencial para evitar riesgos al cruzar y agilizar el proceso legal, especialmente al viajar con menores. Mostró su preocupación por las nuevas políticas migratorias y la dificultad de obtener asilo.
Luisa Medina, de la entidad civil a favor de desplazados Esperanza Segura, indicó que estaban preparados para las restricciones esperadas desde Washington y manifestó su preocupación por las familias que enfrentan largas travesías para llegar a la región en busca de asilo.