El mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió hoy la presencia de grupos problemáticos en la zona sur del país, tras un trágico suceso en Chicomuselo, Chiapas, que dejó 11 víctimas.
"Se ha observado una compleja situación de inseguridad en esa área, donde se ha reportado un conflicto entre bandas rivales. Desde Motozintla hasta Frontera Comalapa, pasando por Chicomuselo, toda esa región se ve afectada. Estamos actuando en respuesta, con la presencia de la Guardia Nacional. Lamentablemente, ha habido enfrentamientos y pérdidas humanas", afirmó el presidente.
El incidente tuvo lugar en Nuevo Morelia, Chiapas, donde se informó sobre la muerte de 11 personas en medio de rumores acerca de choques entre cárteles reconocidos.
Aunque no mencionó directamente a los grupos involucrados, López Obrador reconoció los desafíos de seguridad en la región fronteriza con Guatemala, donde organizaciones delictivas intentan dominar el tráfico hacia Norteamérica desde Centroamérica.
Además, el presidente dio detalles sobre otro incidente reciente en la misma zona, donde un militar resultó herido, reafirmando su compromiso de restablecer la paz y salvaguardar a la población.
En años anteriores, tanto organizaciones civiles como comunidades indígenas han alertado sobre un clima de confrontación en Chiapas, debido a conflictos armados y la presencia de grupos narcotraficantes, cuyas acciones han generado actos violentos, desapariciones y desplazamientos forzados.
Este lamentable suceso ocurre en un contexto de aumento del 7,37% en el índice de homicidios con respecto al mismo periodo del año pasado a nivel nacional en abril, con un total de 2,622 casos, convirtiéndose en el mes más violento del año según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.