A las 09:00, de este 1 de mayo de 2024, comenzó una de las marchas programadas en conmemoración al Día de los Trabajadores. Esta se desplazó por la av. 10 de Agosto y luego por la calle Guayaquil, en Quito.
Trabajadores de instituciones públicas, como la Empresa Eléctrica, y organizaciones sociales, como trabajadoras sociales, se dirigieron hacia la Plaza de Santo Domingo. Algunos acompañaron la marcha con baile, música y consignas.
Inicialmente, se había anunciado que la marcha llegaría hasta este punto del Centro de Quito. Sin embargo, una vez en el lugar, líderes sindicales como Nelson Erazo y Mesías Tatamuez, exigieron a las autoridades policiales permitir el acceso a la Plaza de San Francisco.
La Policía restringió la entrada por las calles perpendiculares a la Guayaquil. La petición de los líderes se produjo en la calle Rocafuerte, donde ellos y otros participantes intentaron retirar las vallas, generando forcejeos con las fuerzas del orden.
Erazo afirmó que contaban con la autorización para llegar a San Francisco y criticó tanto al Gobierno Nacional como municipal, calificando la restricción como represión.
Tras el incidente, al menos hasta las 11:25, no se reportaron más incidentes. Algunos manifestantes abandonaron la Plaza de Santo Domingo, mientras que otros esperaban para intentar superar el cordón policial.
Finalmente, a las 11:55, desistieron de ingresar para garantizar la seguridad de los participantes.
El respeto a los derechos de los trabajadores por parte del gobierno de Daniel Noboa fue una de las demandas durante la marcha. Asimismo, se exigieron soluciones a la crisis energética.
Mientras la marcha de los trabajadores avanzaba por la av. 10 de Agosto y la calle Guayaquil, Beatriz Chávez, de 60 años, esperaba unos 40 minutos para ingresar al parqueadero Cadisan, en las calles Mejía y García Moreno.
Chávez sufre de fibrosis pulmonar y requiere oxígeno permanentemente. Debido a la marcha, las calles aledañas a la Guayaquil, en el extremo occidental, estaban cerradas y custodiadas por la Policía.
En un principio, Chávez intentó entrar, acompañada de su esposo, por la calle Chile y luego por la Mejía. Finalmente, se les permitió el acceso por esta última calle.
Poco después de que la mujer ingresara, en la calle Chile, agentes policiales detuvieron a un hombre que presuntamente había amenazado a un joven para robarle el celular. El afectado pidió auxilio y los policías capturaron al presunto delincuente.
A lo largo de la calle Guayaquil, varios comercios optaron por cerrar durante el paso de la marcha. Algunos negocios mantuvieron parcialmente abiertas sus puertas, mientras que otros prefirieron cerrar por motivos de seguridad.