El 5 de agosto se celebra el Día Mundial de la Lencería, resaltando el significativo papel que esta prenda ha desempeñado en la vida de las mujeres a lo largo de los años. Desde sus inicios en épocas antiguas hasta nuestros días, la lencería ha sido mucho más que una simple prenda, reflejando necesidades prácticas, estilos de moda y estatus social.
En la Edad Media, la lencería era principalmente funcional, pero en el Renacimiento se transformó en una pieza ornamental y sofisticada, utilizando lujosas telas como la seda. Los corsés, famosos por realzar la figura femenina, se convirtieron en un accesorio esencial en la vestimenta de la élite social.
Con la llegada de la Revolución Industrial, la fabricación de lencería se masificó y se volvió accesible para todas las mujeres. Durante el siglo XX, la lencería evolucionó hacia la comodidad y sensualidad, adquiriendo un rol importante como prenda de seducción. En la actualidad, la variedad de estilos, materiales y diseños de lencería reflejan los diferentes gustos y preferencias de cada mujer, trascendiendo su propósito original para convertirse en una forma de empoderamiento y expresión personal.
Hoy en día, la lencería ha encontrado un nuevo ámbito de difusión en internet, a través de redes sociales y el comercio en línea, donde influencers y modelos promueven distintos estilos, inspirando a las mujeres a descubrir y expresar su identidad a través de esta prenda.
El Día Mundial de la Lencería es una fecha para celebrar la trayectoria de esta prenda, destacando su relevancia en la vida de las mujeres y fomentando la diversidad y la belleza de los cuerpos femeninos, así como impulsando la autoconfianza.