La Autoridad Nacional de Aviación Civil ha tomado medidas por las condiciones actuales del espacio aéreo debido a la actividad volcánica en la zona.
Con el objetivo de mantener la seguridad en las operaciones aéreas, se ha activado un plan preventivo que busca minimizar los impactos causados por la ceniza volcánica. Este protocolo incluye la gestión adecuada de las rutas de vuelo y la comunicación constante entre pilotos y controladores aéreos.
Además, se mantiene un monitoreo constante por parte de las autoridades aeronáuticas en colaboración con expertos del Instituto Geofísico para prevenir situaciones de riesgo.
Expertos señalan que la presencia de ceniza representa una amenaza potencial en la navegación aérea debido a sus características particulares. Esto puede resultar en desvíos de vuelos y mayores tiempos de recorrido para evitar áreas afectadas.
En tierra, la acumulación de ceniza en las pistas de aterrizaje representa un riesgo para la seguridad de las aeronaves, ya que puede causar daños en los motores. Esta situación ha generado cambios en la operatividad de aeropuertos y la cancelación de vuelos en el país.
Diversos vuelos han tenido que ajustar sus trayectos y evitar zonas afectadas por la ceniza del volcán. Esto ha ocasionado modificaciones en las operaciones aéreas en aeropuertos como Quito, Guayaquil y Cuenca. A pesar de las molestias que puedan generar estas medidas, se prioriza la seguridad de los pasajeros ante las condiciones adversas presentes en el espacio aéreo.