La decisión judicial francesa ha impactado al mundo del deporte al prohibir la venta del Balón de Oro que Diego Armando Maradona conquistó en el Mundial de 1986, ordenando su embargo hasta que se resuelva la disputa sobre su propiedad.
La prestigiosa casa de subastas Aguttes tenía planeado subastar este icónico objeto el 6 de junio de 2024, lo que hubiera marcado un hito en el ámbito deportivo. No obstante, la subasta fue suspendida de manera indefinida.
El fallo de la Corte de Apelación de Versalles respalda la demanda de los herederos de Maradona, quienes afirman que el trofeo fue sustraído de una caja de seguridad en un banco de Nápoles en 1989 y reapareció en 2016 luego de un misterioso extravío de casi tres décadas.
El abogado de los cinco herederos de Maradona, Gilles Moreu, ha expresado su conformidad con la decisión judicial y ha anunciado que presentarán las argumentaciones pertinentes para resolver el conflicto en un plazo de tres meses.
Moreu adelantó que se avizora una ardua batalla legal para dilucidar la propiedad del trofeo, con procesos tanto penales como civiles ya en curso.
Antes de la apelación interpuesta por la familia Maradona, Abdelhamid B. ostentaba la titularidad legal del Balón de Oro en Francia. Lo adquirió de buena fe y tras tres años sin reclamos previos.
Abdelhamid B. adquirió el trofeo por 1,20 euros en una subasta, estimándose que su valor de reventa rondaría los 10 millones de euros en Aguttes.
El embargo del Balón de Oro surge del temor de la familia Maradona a una posible desaparición del trofeo, por lo que permanecerá bajo custodia de un funcionario judicial hasta que se resuelva la controversia sobre su posesión.