Se ha registrado un aumento alarmante de casos de enfermedades infecciosas en Gaza, atribuido a las condiciones precarias en los refugios y la falta de medidas de higiene adecuadas. La hepatitis A es una de las enfermedades destacadas en medio de la crisis.
A pesar de la escasez de suministros médicos y las dificultades operativas, los centros de salud en Gaza continúan brindando servicios de emergencia para atender a la población afectada por los conflictos.
Las autoridades locales han emitido una advertencia sobre la falta de unidades de sangre, debido a la escasez de donantes y la carencia de equipamiento médico. Se solicita asistencia internacional para suministrar sangre desde fuera de la región, donde el personal sanitario ha sufrido pérdidas significativas.
Más de 150 instalaciones médicas en Gaza han sido objeto de ataques, dejando fuera de servicio hospitales, centros de salud y ambulancias. La destrucción de infraestructuras y la falta de suministro eléctrico han debilitado aún más la capacidad de respuesta del sistema de salud en medio de la crisis.
Los recientes episodios de violencia en Gaza han provocado la pérdida de vidas civiles, generando una mayor urgencia en la necesidad de asistencia médica. Las autoridades sanitarias locales solicitan con premura apoyo de la Organización Mundial de la Salud para garantizar el suministro de combustible y poder ofrecer atención médica oportuna a la población afectada por los conflictos en la región.