De acuerdo con las palabras de Sam Altman, CEO de OpenAI, la Inteligencia Artificial tiene la potencialidad de cambiar diversas áreas, como la salud, las finanzas y la educación.
La Agilidad Empresarial se destaca como un procedimiento esencial para que las compañías se adapten de manera veloz a las modificaciones del mercado, mejorando así su propuesta de valor y estrategias comerciales.
Esta combinación entre Inteligencia Artificial y Agilidad Empresarial ha tomado importancia en los últimos tiempos, siendo el Manifiesto Ágil de 2001 un punto de inflexión en el enfoque corporativo.
La IA ha permitido la automatización de labores, proporcionando mayor eficiencia en la toma de decisiones y la dirección de proyectos, lo que ha posibilitado que los equipos se centren en actividades de mayor valor agregado.
Por otro lado, Fabio Mory, líder de la New Agile Academy LLC, resalta la relevancia de aplicar correctamente la Agilidad Empresarial para lograr una transformación eficaz en las empresas.
Entre los beneficios que aporta la Agilidad Empresarial en conjunto con la IA se encuentran el análisis predictivo, la optimización de la comunicación y colaboración a través de herramientas como Slack y Microsoft Teams, además de la personalización del aprendizaje en los equipos de trabajo.
Adicionalmente, la IA contribuye a identificar posibles obstáculos en los procesos productivos, permitiendo un seguimiento constante y un análisis de datos efectivo para prevenir problemas significativos.
La incorporación de estas tecnologías fomenta una cultura empresarial fundamentada en datos precisos y actualizados, promoviendo la mejora continua y la responsabilidad en los equipos de trabajo.
Respecto al origen de la Agilidad Empresarial, Julián Maya, coordinador de Analítica de Datos en la Universidad San Francisco de Quito, destaca la influencia de los principios adoptados por Toyota en el método de producción, así como el crecimiento de la IA desde los años setenta.
Estas herramientas tecnológicas han tenido un impacto significativo en distintas áreas, particularmente en el sector financiero, donde se han utilizado aplicaciones móviles y métodos predictivos para una administración más eficaz de los riesgos financieros.