Recientemente, Kamala Harris y Donald Trump compartieron sus planes económicos con líderes empresariales y votantes en Estados Unidos. Ambos candidatos a la presidencia para las elecciones de noviembre abordaron las preocupaciones financieras del país.
En una presentación en el Economic Club de Nueva York, Donald Trump presentó su estrategia financiera, mientras que Kamala Harris propuso nuevas exenciones fiscales para las pequeñas empresas. Trump criticó la visión económica de Harris y del presidente Joe Biden, acusándolos de malgastar el dinero de los ciudadanos a medida que la inflación aumenta.
"Mi propuesta económica sacará más dinero de los bolsillos de los estadounidenses. Dejará a la familia promedio con miles de dólares adicionales", afirmó Trump durante su discurso. En su plan, Trump mencionó la creación de una comisión de eficiencia gubernamental, adoptando una idea presentada por el empresario Elon Musk. También se comprometió a eliminar 10 regulaciones gubernamentales existentes por cada nueva regulación implementada.
Trump reafirmó su respaldo a la disminución de impuestos y al incremento de aranceles a las importaciones. Propuso reducir la tasa impositiva corporativa y ampliar los aranceles a productos importados del extranjero, con la condición de que las empresas fabriquen sus productos en territorio estadounidense. Por otro lado, Harris sugirió aumentar el impuesto a sociedades y la tasa impositiva sobre ganancias de capital a largo plazo, además de ofrecer nuevas exenciones fiscales para las pequeñas empresas.
Kamala Harris subrayó la relevancia de las pequeñas empresas en la creación de un futuro próspero para los empleados y las comunidades, fortaleciendo la clase media y el país en su totalidad. Según una encuesta reciente, Trump lidera sobre Harris en términos de gestión económica y control de la inflación, aunque estas ventajas se han reducido desde la presidencia de Biden.
El próximo martes, Harris y Trump debatirán en Filadelfia por primera vez, en un evento presentado por ABC News. Las reglas acordadas para el debate incluyen la ausencia de audiencia en vivo y la activación y desactivación mutua de micrófonos durante las intervenciones.