Tras su nominación como candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, se prepara para enfrentar el desafío de vencer a Donald Trump, fuerte contendiente en las elecciones.
Audiencia de discursos similar, alrededor de 22 millones viendo a Barack Obama y más de 28 millones sintonizando a Trump en su discurso.
En su presentación, Harris se describió como una persona con "sentido común", destacando su empatía y experiencia política para abordar los problemas de la clase media. Además, mandó un mensaje a los hogares estadounidenses a través de su vestuario y discurso.
A pesar de la atención mediática y técnica, la campaña de Harris busca mantener el enfoque en su capacidad de liderazgo y no tanto en su potencial como la primera mujer presidenta de EE.UU. en caso de ganar las elecciones.
Con la campaña en marcha y el apoyo de figuras políticas clave, Harris se enfrenta a desafíos en la comunicación de su mensaje y la organización de su equipo de cara a las elecciones en noviembre.
Con la contienda electoral a 74 días, la campaña de Harris se centra en mantener el ímpetu inicial y asegurar victorias en estados decisivos como Pensilvania para hacer historia como la primera presidenta de origen indio y jamaicano en la nación.