Un importante partido político considera a Kamala Harris como una posible candidata para competir en las elecciones presidenciales próximas, con el objetivo de combatir la discriminación basada en la raza y el género presentes en ciertos sectores del país.
Para lograr este ambicioso propósito, la vicepresidenta deberá asegurar el respaldo necesario dentro de su partido, donde las opiniones de líderes influyentes serán decisivas en su carrera hacia la competencia. Grupos como el caucus afroamericano del Congreso ya han mostrado su apoyo a Harris, cuyo origen es de ascendencia jamaicana e india.
Importantes figuras políticas, como el exmandatario Barack Obama, la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, han expresado públicamente su respaldo a la vicepresidenta.
La vicepresidenta enfrenta un desafío sin precedentes en la historia política de los Estados Unidos, dado que solo ha habido un presidente afroamericano, Barack Obama. Además, el país nunca ha elegido a una mujer como máxima mandataria.
Las diferencias entre Harris y Trump son notorias, ya que mientras el expresidente ha sido criticado por su retórica discriminatoria, Harris podría marcar un hito como la primera mujer de ascendencia afroamericana nominada por un partido de gran relevancia.
En caso de ser seleccionada como candidata presidencial, es probable que su compañero de fórmula sea un hombre de raza blanca, lo que representaría un cambio gradual en la política estadounidense.