Recientemente, se han registrado fuertes lluvias en la Sierra y la Amazonía ecuatorianas, ocasionando trágicas consecuencias. Con un número significativo de fallecidos, deslizamientos de tierra, carreteras bloqueadas y daños materiales, las lluvias han generado caos y destrucción en distintas áreas del territorio ecuatoriano.
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las intensas lluvias se deben a la elevada humedad en la Cordillera y la presencia de la onda tropical Madden Julian. Este fenómeno, que ocurre periódicamente, perturba la región ecuatorial y desencadena lluvias abundantes, tormentas eléctricas e incluso nevadas en algunas localidades.
Las provincias más golpeadas por estas lluvias inusuales han sido identificadas como Cañar, Chimborazo, Tungurahua, Pichincha, Imbabura, Morona Santiago y Pastaza, donde se registraron acumulaciones de lluvia entre 60 y 120 mm, según declaraciones de un experto.
A pesar de que este tipo de eventos climáticos son habituales en mayo como antesala al verano, el Inamhi anticipa condiciones climáticas cambiantes en la Sierra y la Amazonía ecuatorianas durante junio. Aunque las lluvias intensas han menguado, no se descarta la posibilidad de nuevos episodios en algunas áreas del país.
En términos de impacto, desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierra y daños a infraestructuras han dejado consecuencias preocupantes, con comunidades enteras afectadas por estos fenómenos climáticos extremos.