Recientemente, se ha compartido un análisis titulado 'Base de Datos de Registros de Fraude Alimentario: Resumen de Datos de 1980 a 2022', el cual destaca los desafíos en la prevención y detección de fraudes en la industria alimentaria a nivel global.
Bajo la supervisión de Karen D. Everstine y su equipo, se ha señalado a países como India, China, Estados Unidos, Italia y Reino Unido por su alta incidencia en fraudes identificados en el sector alimentario.
Esta recopilación de datos abarca más de 15,000 registros de fraudes recopilados desde 2012 hasta enero de 2023. Cuatro tablas interrelacionadas han sido detalladas, lo que facilita la identificación de riesgos asociados a los ingredientes alimentarios y una mejor evaluación de la vulnerabilidad al fraude.
La base de datos proporciona información detallada sobre varios ingredientes que han sido objeto de manipulación. Entre los 20 alimentos mencionados en el estudio se incluyen la leche líquida de vaca, el aceite de oliva, la miel, la carne de res, el ají en polvo, entre otros.
Leche líquida de vaca: Este producto es particularmente vulnerable a adulteraciones, como la dilución con agua u otros componentes.
Aceite de oliva (virgen o extra virgen): Debido a sus propiedades saludables, suele ser mezclado con aceites de menor calidad o de diferentes fuentes, lo que compromete su integridad.
Miel: Es común encontrar adulteraciones con jarabes de azúcar o edulcorantes artificiales, lo que afecta su pureza y confunde a los consumidores.
Este informe se considera una valiosa herramienta para aquellos interesados en la seguridad alimentaria y la correcta gestión en el ámbito de la alimentación.