Con el propósito de contrarrestar las altas temperaturas en Quito, se llevará a cabo un plan de aumento de la vegetación urbana que contribuirá a regular el clima de la ciudad
Los árboles, mediante su estructura física, logran filtrar la luz solar, formando un ambiente agradable y acogedor
En la zona central de la urbe, reconocida por su extensa área de concreto, será imprescindible la presencia de especies arbóreas adecuadas para disminuir el calor predominante en la región
Para hacer frente a esta necesidad, se han identificado dos tipos de árboles con características foliares diversas, proporcionando sombra total o parcial respectivamente
En la actualidad, se están determinando las zonas más afectadas por la temperatura elevada, como Calderón, San Antonio de Pichincha, Centro Histórico, Chillogallo y La Ecuatoriana, con el fin de implementar medidas de arborización
La elección de las especies vegetales se sustenta en un análisis técnico que toma en cuenta diversos factores como el ancho de las aceras, la infraestructura presente y la circulación vehicular en el área
Se prioriza la utilización de especies autóctonas por los beneficios ecológicos que aportan, buscando fomentar la diversidad y evitar posibles epidemias derivadas de cultivos monótonos
Las ventajas de tres especies nativas incluyen:
guaba: captura de carbono, provisión de sombra, atracción de aves, entre otros beneficios
cedro: captura de carbono, generación de sombra, atracción de lluvias y utilidad como madera
molle: captura de carbono, ofrecimiento de sombra y beneficios para la fauna local
La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas contempla la introducción de especies exóticas en áreas específicas que requieran una cobertura vegetal adicional
Sebastián Pillajo, líder de la División de Biodiversidad de la Secretaría del Ambiente, resalta la importancia de priorizar las especies autóctonas en este proyecto
Además, se llevarán a cabo iniciativas piloto de investigación para transformar plantaciones de eucalipto en bosques naturales, con seguimiento constante de variables como el suelo y la humedad
Este proyecto, que dará inicio en septiembre, es parte del "Corredor ecológico urbano" con el propósito de fortalecer la presencia de vegetación en Quito mediante cinco enfoques clave
Los corredores ecológicos implican la creación de áreas verdes que enlacen zonas naturales externas como el volcán Pichincha, el Atacazo, el Panecillo y áreas protegidas
Se pretende aumentar el Índice de Espacios Verdes Urbanos, recomendado por la Organización Mundial de la Salud, a un mínimo de 9m2 por residente
Se están adaptando metodologías para mantener actualizado este índice y se planea seguir supervisando el avance hasta el año 2024
Para concretar estos corredores se aplicarán distintas estrategias como la plantación de árboles en aceras, parques, zonas naturales, techos verdes, muros verdes y huertas urbanas
La inversión total en estos cinco enfoques supera el millón de dólares, con acciones como la plantación de árboles en avenidas importantes y el establecimiento de zonas verdes verticales en la ciudad