Un sorprendente avistamiento ha tenido lugar en las remotas montañas Qinling de China, donde un ejemplar poco común de panda pardo fue observado luego de un largo periodo sin ser visto.
Este avistamiento, el undécimo desde el año 1985, ocurrió en la Reserva Nacional de la Naturaleza de Changqing el 17 de enero de 2024 según reportes de la agencia Xinhua.
La región se destaca por ser el hogar de una subespecie sumamente escasa de pandas pardos, con solo alrededor de 20 individuos estimados en toda la zona.
Estudios recientes han proporcionado nuevos descubrimientos sobre la genética y pigmentación de estos pandas, resaltando una mutación genética particular como la responsable de su coloración pardo-blanca.
Una investigación llevada a cabo por la Academia China de Ciencias y publicada en la revista PNAS identificó la deleción homocigótica en el gen Bace2 como la causa de esta mutación, confirmando su impacto a través de la técnica CRISPR-Cas9 en experimentos con ratones.
La preservación del hábitat natural de los pandas pardos en las montañas Qinling y otras áreas de China es de vital importancia para asegurar la sobrevivencia de esta especie amenazada por la pérdida de diversidad biológica y los efectos del cambio climático.