Un problema en los sistemas de Microsoft desencadenado por una modificación en la protección cibernética proporcionada por Crowdstrike ha causado complicaciones en distintos ámbitos a escala mundial, como aerolíneas, servicios de salud, transacciones financieras y medios de comunicación, entre otros.
Estos contratiempos se han materializado en dificultades técnicas para los usuarios de Microsoft, manifestándose a través de un error que impide su correcto desempeño, conocido como "pantallazo" azul.
Crowdstrike, empresa que ofrece servicios a compañías como Microsoft y Dell, está implementando medidas para contrarrestar y restituir los sistemas afectados, logrando recuperar algunos y trabajando en una nueva actualización para resolver los inconvenientes.
Según el CEO de Crowdstrike, George Kurtz, lo sucedido no constituye un problema de seguridad ni un ataque informático, sino un fallo técnico aislado que ya cuenta con una solución operativa y se está ofreciendo asistencia a los clientes para obtener las últimas actualizaciones.
Especialistas en informática indican que la reciente actualización de controladores de Falcon presentaba fallas que impactaron en Azure, la plataforma en la nube de Microsoft, ocasionando problemas en los sistemas y desencadenando los "pantallazos" azules a nivel mundial.
Microsoft explicó que un ajuste en la configuración de los servidores de Azure provocó una interrupción en los servicios de Microsoft 365.
Se ha resuelto la causa del problema, restaurándose la funcionalidad completa de diversas aplicaciones y servicios de Microsoft 365, aunque persisten ciertos impactos en algunas aplicaciones y servicios.
El equipo de ingeniería de Microsoft 365 continúa implementando medidas de mitigación y observa mejoras en la funcionalidad y disponibilidad, avanzando hacia una recuperación total de la situación.
La empresa está redirigiendo el tráfico afectado hacia sistemas alternativos para minimizar de manera más eficaz el impacto generado.
Esta interrupción en el software de Microsoft ha causado trastornos a nivel global en diversos sectores, destacando la industria de la aviación como una de las más afectadas. En España, Aena ha estado recuperando paulatinamente sus sistemas, operando con cierta lentitud en algunos procesos, mientras los vuelos continúan en cooperación con las aerolíneas.
Estos problemas se han expandido a varios países, afectando a aerolíneas, aeropuertos, medios de comunicación internacionales, el sistema informático de París 2024, la Bolsa de Valores de Londres y empresas ferroviarias, entre otros.