Una sorpresa climática ha impactado positivamente en los embalses de las centrales hidroeléctricas Mazar y Paute, los cuales se han visto beneficiados por un rápido llenado gracias a las intensas lluvias en la región del Austro y la Amazonía.
Anticipándose a las proyecciones, estos embalses han alcanzado su capacidad máxima mucho antes de lo previsto, preparándose así para enfrentar con abundancia la próxima temporada seca que se avecina.
Con datos suministrados por Celec Sur, se registra que el embalse de Mazar se encuentra actualmente en su cota máxima de 2 153 metros sobre el nivel del mar, con una capacidad de 410 millones de metros cúbicos.
En una etapa similar se encuentra el embalse de Amaluza, con una capacidad de 120 millones de metros cúbicos y a punto de alcanzar su nivel máximo a 1 991 metros de altitud.
El río Paute, cuya cuenca abarca territorios de Azuay, Cañar y Morona Santiago, ha experimentado un notable incremento en sus caudales a partir de mediados de junio, alcanzando cifras récord de generación en 2024, como los 573 metros cúbicos por segundo registrados en Mazar.
Este notable aumento también ha impactado positivamente en el embalse de Amaluza, alcanzando un caudal de 792,56 metros cúbicos por segundo en un momento específico.
Gracias a esta situación, las centrales Paute, Sopladora y Mazar se encuentran en pleno funcionamiento con un total de 14 turbinas generadoras en acción.
La central de Mazar ha logrado una producción de hasta 179 megavatios/hora, mientras Paute ha alcanzado la cifra impresionante de 1 081 y Sopladora ha contribuido con 292,5 MW/h.
Según informes del Cenace, la Central Paute, la segunda en importancia a nivel nacional, ha logrado cubrir el 48% de la demanda energética hasta la mañana del lunes 17 de junio, con Sopladora aportando el 11% y Mazar contribuyendo con el 5%, compensando así la falta de producción en otras centrales.