Un ambiente de silencio se apoderó de Colombia tras el gol decisivo de Lautaro Martínez en el minuto 112, frustrando las esperanzas del país sudamericano de alzar el trofeo de la Copa América.
Desde la clasificación de Colombia a la final al vencer a Uruguay 1-0, los colombianos vivieron en un estado de expectación colectiva, soñando con la gloria continental, un anhelo que se vio truncado por los argentinos esta noche.
El día especial del domingo 14 de julio de 2024 estuvo marcado por una celebración que abarcó todo el territorio, con sus habitantes vistiendo los colores patrios. La felicidad continuó hasta tarde, coincidiendo con el inicio del partido en Miami (EE.UU).
Sin embargo, la euforia se desvaneció de golpe con el tanto de Lautaro Martínez en la segunda mitad de la prórroga, convirtiendo la algarabía en bares, parques y hogares en un silencio casi sepulcral.
Expresiones de tristeza y lágrimas marcaron el fin de una celebración que unió al país de una manera excepcional, con multitudes ocupando espacios públicos de forma masiva, algo no observado desde el Mundial de Brasil 2014.
En Bogotá, la capital que estuvo paralizada durante toda la tarde del domingo, se destacaron lugares como el Parque de la 93, donde se produjeron disturbios por exceso de aforo; el Movistar Arena y el Parque Simón Bolívar, espacios de encuentro para miles de personas vestidas con la camiseta amarilla de la selección.
Estos puntos de reunión estuvieron adornados con barricadas, vuvuzelas y júbilo; incluso en el escaso tráfico de la ciudad se podían ver numerosos vehículos con banderas y camisetas de la tricolor.
En otras ciudades y localidades del país, las multitudes también se congregaron en masa en diferentes puntos para presenciar el partido y festejar un título que no pudo ser.
Tras 120 minutos de emociones y angustias, la población regresó en silencio a sus hogares casi a medianoche, orgullosa del desempeño de la selección, que para muchos mostró el mejor fútbol en esta Copa América.