Un gato de nombre Bagel, que antes era conocido por un número de identificación en su oreja, fue rescatado del duro entorno de un laboratorio en Oklahoma junto a otros animales por el Beagle Freedom Project (BFP).
Después de ser adoptado por Erin, Bagel experimentó una transformación asombrosa. De ser inicialmente tímido, pasó a mostrar una personalidad juguetona y curiosa en su nuevo hogar.
Erin describe a Bagel como un compañero amoroso y especial que ha traído mucha alegría a su vida, mostrando cada día más su naturaleza tranquila y su curiosidad innata.
Con el objetivo de brindarle una vida aún más plena, Erin tiene planes de darle la compañía de otro gato mientras aboga por métodos más éticos en la investigación médica, buscando alternativas que no impliquen el uso de animales.