En una decisión trascendental, el Gobierno Nacional ha anunciado el cierre de un pozo en el Bloque 43-ITT del Yasuní, marcando el inicio de un proceso de desactivación total de pozos petroleros en la zona.
Esta determinación, en línea con los resultados de una Consulta Popular de 2023, busca preservar la riqueza natural de la región y ha sido respaldada por la Corte Constitucional. El compromiso incluye el cese de operaciones en 246 pozos adicionales.
El ministro encargado de Energía y Recursos, Antonio Goncalves, lideró la clausura simbólica del pozo Ishpingo B-56, subrayando la importancia de realizar este proceso de forma estructurada y con apego a estándares técnicos. Asimismo, se ha establecido un plan gradual para el cierre de los pozos restantes en un lapso previsto de 5 años y 5 meses, asegurando el respeto por el entorno natural y las poblaciones locales.
Durante la jornada de cierre, se contó con la presencia de destacadas figuras como la viceministra de Recursos Petrolíferos, Cristina Mogollón, y el gerente de Exploración y Producción de la empresa estatal, Ramiro De los Reyes.
Esta acción gubernamental tiene como objetivo disminuir paulatinamente la extracción de crudo en la zona, en concordancia con las demandas ciudadanas y en pro de la sostenibilidad del ecosistema del Yasuní.