En un tribunal de Aviñón, un individuo reconoció haber cometido un acto ilícito contra la integridad de una persona, especificando que se produjo de forma no intencional en circunstancias particulares.
El presunto responsable está siendo enjuiciado por su participación en un incidente en el domicilio de la persona afectada, quien se encontraba en estado inconsciente debido a sustancias suministradas por su cónyuge.
En su alegato, el acusado justificó sus actos argumentando que siguió indicaciones erróneas proporcionadas por el cónyuge de la persona afectada, sin embargo, el tribunal cuestionó su conducta en base a material audiovisual presentado durante el proceso.
Otro punto relevante del caso incluye el testimonio de otro individuo, quien afirmó haber acordado con su pareja relaciones íntimas con terceras personas, alegando actuar bajo la dirección de su cónyuge sin considerar el consentimiento de la persona afectada.
El proceso judicial continúa con la confesión de otros acusados respecto a su implicación en el delito, mientras que algunos refutan las acusaciones que podrían derivar en fuertes condenas de prisión.
Está previsto presentar material videográfico como parte de la evidencia, con el consentimiento de la persona afectada, con el fin de esclarecer la situación relativa al consentimiento en cuestión.
El debate en torno a la revictimización ha surgido en el tribunal, subrayando la necesidad de comprender y prevenir cualquier daño añadido a la persona afectada durante el procedimiento legal.
La revictimización representa la vivencia de un nuevo episodio traumático que puede ocasionar un perjuicio mayor para la persona afectada, tanto en el ámbito psicológico como en el patrimonial.