El nacimiento tuvo lugar en un centro médico de Guayaquil y desde entonces existen incertidumbres sobre lo ocurrido.
Los padres del bebé estaban al tanto de la fragilidad de su salud debido a circunstancias específicas del embarazo.
Los parientes aseguran que la pequeña estuvo con vida tras su nacimiento, pero posteriormente les informaron sobre su fallecimiento.
A pesar de los esfuerzos por obtener respuestas, la familia desconoce el paradero exacto del cuerpo de la niña y las circunstancias de su deceso.
Ante la falta de información oficial, la familia ha recurrido a diversas plataformas para solicitar ayuda en la búsqueda de la verdad.
Se maneja la posibilidad de que registros visuales del hospital puedan arrojar luz sobre lo ocurrido, incluyendo la supuesta manipulación del cuerpo.
Con el objetivo de obtener respuestas concretas, los familiares han realizado manifestaciones en el hospital donde ocurrieron los hechos.
El traslado del bebé a una incubadora especializado en cuidados infantiles prematuros se convierte en un punto crucial en la situación actual.
Las autoridades competentes han iniciado investigaciones al respecto, pero hasta el momento no se han revelado avances significativos en el proceso.
La familia continúa en espera de respuestas definitivas para poder dar un cierre digno a esta situación.