En un contexto marcado por diversos retos como la inseguridad y la crisis económica, las cooperativas de ahorro y crédito en Ecuador han experimentado cambios significativos durante el año 2024, de acuerdo con declaraciones de Édgar Peñaherrera, quien ejerce como gerente de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored).
Peñaherrera destaca que factores como la inseguridad y la crisis económica han impactado los resultados financieros de estas entidades en el país. Según sus palabras, la situación actual presenta ciertas complejidades a pesar de que las entidades financieras no se encuentran en una situación desfavorable.
De acuerdo a información proporcionada por la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, los activos de las principales cooperativas en Ecuador experimentaron una ligera disminución del 0,1 % en abril de 2024 con respecto a marzo, aunque se mantuvo un incremento del 6 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El sector cooperativo se ha enfrentado a un entorno desafiante con una disminución en su tasa de crecimiento anual. Antes de la crisis sanitaria mundial, el crecimiento se situaba entre el 17 y 20 %, cifras que en la actualidad no superan un solo dígito.
Por otro lado, los préstamos disponibles en las cooperativas se han visto afectados, principalmente debido a la crisis internacional que ha repercutido en las tasas de interés y al aumento en el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). Esta coyuntura, en conjunto con la incertidumbre económica, ha generado una reducción en la cantidad de créditos concedidos.
En lo referente a la morosidad, se ha evidenciado un aumento del 6,7 % al 8,7 %, exponiendo las dificultades económicas que atraviesa el país y su impacto en la producción y comercialización. Peñaherrera recalca la importancia de implementar políticas más rigurosas con el fin de resguardar la cartera de créditos y mantenerla segura.
En lo que respecta a los depósitos, la búsqueda de nuevos fondos ha adquirido mayor complejidad debido a la escasez de liquidez, lo que ha propiciado un ligero aumento en los depósitos a plazo en las cooperativas ecuatorianas.