La seguridad de los docentes en centros educativos es una cuestión preocupante en diversas regiones del país como Quito, Guayaquil y Esmeraldas.
María (nombre cambiado) vivió momentos de tensión al enfrentarse a situaciones amenazantes por parte de un estudiante. La situación se volvió más tensa luego de un incidente inesperado en el aula.
Otro caso se presenta con Pablo (nombre cambiado), quien ha enfrentado situaciones de peligro al ejercer su profesión en su ciudad natal ubicada en la Costa ecuatoriana.
La violencia verbal y las intimidaciones han llevado a algunos profesores a replantear su carrera docente por temor a represalias, especialmente por parte de alumnos con dificultades académicas.
Entre enero y abril de 2024, se han registrado 133 incidentes reportados por el Ministerio de Educación en distintas regiones del país, que incluyen amenazas, extorsiones e intentos de agresión física.
El Ministerio de Educación ha colaborado estrechamente con la Fiscalía General del Estado para liderar investigaciones y brindar la protección necesaria a las víctimas de violencia en el entorno educativo.
Las autoridades educativas han establecido protocolos para la denuncia y seguimiento de casos de violencia contra profesionales de la educación, con el objetivo de asegurar un ambiente seguro en las instituciones.
Según datos oficiales, la mayoría de los docentes en Ecuador son mujeres de ascendencia mestiza, seguidas por personas de origen indígena y afrodescendiente. Además, se destaca que un reducido porcentaje de profesionales de la educación presenta alguna discapacidad.