Se evidencia la problemática que se vive en el centro de atención Mars & Kline en Puerto Príncipe, donde la ausencia de elementos esenciales como agua potable, alimentación y medicamentos agravan la situación de los pacientes. Tanto hombres como mujeres están en condiciones difíciles, en áreas poco higiénicas y con escaso equipamiento.
La falta de servicios básicos como agua, energía eléctrica y actividades recreativas, junto con la escasez de personal médico, empeora la situación. Los pacientes, en su mayoría desprovistos de ropa, muestran signos de desnutrición y deterioro emocional, clamando por ayuda y mostrando desesperación.
Según Vincent Jean Willem, encargado de almacenamiento en el centro, la situación se ha visto afectada por la violencia desencadenada en meses anteriores. Para muchos de los afectados, este centro es su única opción, ya que otro establecimiento de salud ha expulsado a sus internos.
El estado de abandono del psiquiátrico refleja la cruda realidad de la ciudad, con calles vacías, escombros y edificaciones en ruinas. La naturaleza reclama su espacio entre la desolación, mientras grupos armados mantienen el control en gran parte de la capital, aumentado así la sensación de inseguridad y desorden.
La lucha por el territorio ha obligado a miles de habitantes a abandonar sus hogares y buscar refugio lejos de la zona central, dejando atrás un panorama desolador. Las autoridades enfrentan el desafío de restaurar la paz y la normalidad en una ciudad marcada por la violencia y el caos.